Por Carolina Flores Queen
Una tercera parte de las yeguas que fueron apareadas con caballos de otros establos perdieron sus crías ya que es costumbre que los criadores de caballos lleven a las yeguas a otros establos para emparejarlas con caballos de pura sangre.
Las yeguas tienen una alta probabilidad de perder sus crías cuando son apareadas con caballos de otras manadas o establos diferentes al suyo. Es por ello que los científicos de la República Checa testifican que cuando éstas regresan a sus lugares habituales, comienzan a tener relaciones sexuales con otros caballos de su propia manada para ocultar la paternidad del potro. Este estudio fue dirigido por Ludek Bartos, del Instituto para el Estudio Científico de los Animales de la República Checa, y fue publicado en la revista Behavioural Ecology and Sociobiology.
Este comportamiento sexual puede ser una respuesta evolutiva de los equinos para evitar el riesgo de infanticidio -que se observa en muchas especies- o cuando los machos matan a los potros en su lucha por dominar la manada.
Los científicos dicen que esto puede explicar el alto nivel de embarazos interrumpidos en caballos. Según la investigación, una tercera parte de las yeguas que fueron apareadas con caballos de establos distintos al propio demuestra que perdieron a sus crías.
Bartos explica que "Ninguna de las que fueron apareadas con caballos del mismo establo abortaron". Y las yeguas que fueron completamente separadas de los equinos de su establo y por lo tanto no encontraron formas de ocultar la paternidad de sus potros, tenían una mayor posibilidad de abortar. La idea de que caballos domesticados podían adoptar esa estrategia provino de un estudio sobre el infanticidio en cebras.
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